2 Enero 1959
Una tormenta causó graves daños en Torremolinos. Para dar una idea de la fuerza de la tormenta bastará decir que la plaza quedó inundada en pocos minutos, tomando la riada como cauce la calle San Miguel y avenida de la Estación, precipitándose sobre El Mirador, que se convirtió en una catarata, socavando el terreno y produciendo numerosas zanjas de diez y quince metros. Los vehículos aparcados en la calle San Miguel y algunos de la plaza fueron arrastrados hasta cerca del muro del Mirador y contra el de la iglesia y otras casas. Otra riada rompió el muro de los Tajos sobre el Bajondillo, convergiendo aquí varios cauces del agua a través de otras calles y casas para salir al mar. Las calles y casas de la Carihuela quedaron también inundadas. Desde las cinco de la madrugada, fueron muchas las personas que pidieron auxilio, especialmente del Bajondillo, donde era imposible llegar. Dos mujeres pudieron ser salvadas mediante el empleo de cuerdas. Un corte de luz hizo aún más difícil los trabajos de ayuda y socorro del Cuerpo de Bomberos que acudió a Torremolinos a las órdenes de su comandante. Valiosa fue también la colaboración de la telefonista doña Anita Pérez, junto a la de sus familiares, que con el agua hasta la cintura, se mantuvieron en sus puestos para que la comunicación telefónica no faltara.