15 Abril 1930
El periódico "La Unión Mercantil" de este día, en la sección Crónicas de Sociedad informa: "Se encuentra en Málaga, pasando una temporada en Torremolinos el gran pintor catalán Salvador Dalí. Sea bien venido". Salvador Dalí y su musa Gala, llegan a Málaga invitados por José María Hinojosa, que se ofreció a pagar su estancia en la Pensión Santa Clara de Torremolinos, en cuya playa, Gala, se convertiría en la precursora de la moda top-less en la Costa del Sol, para escándalo de los naturales. En su estupenda autobiografia La vida secreta de Salvador Dalí, recuerda el autor su estancia en Málaga, donde reinaba como único rey el sol malagueño. El poeta Jose Luis Cano, recuerda lo siguiente de aquellos días :" Dalí había alquilado en Torremolinos una casa cuyos muros estallaban de cal junto a la playa. La casa tenía dos habitaciones: una grande, que era el estudio del pintor, y otra pequeña, que servía de dormitorio. Pero lo admirable era la terraza natural que se extendía delante de la casa y en la que solían comer y recibir a los pocos amigos que iban a verles, entre ellos Prados e Hinojosa. Una tarde, Prados nos llevó a vanos amigos suyos más jóvenes que él -acabábamos de descubrir la poesía nueva- a Torremolinos, para visitar a la pareja. La mirada de Gala me impresionó. Sus pupilas fulguraban intensamente como si quisiesen quemar todo lo que tocaban. Vestía Gala, por todo vestido, una ligera faldita roja. Los senos, muy morenos y puntiagudos, lucíalos al sol con perfecta naturalidad. A su lado, Dalí, muy delgado y morenísimo por el sol malagueño, parecía un salvaje con su taparrabos color chocolate. Alrededor de su cuello llevaba su famoso collar de las grandes cuentas verdes y se mostraba mucho más cordial con nosotros que Gala. Salvador Dalí estaba muy satisfecho con su gran cuadro surrealista El hombre invisible, que terminó en aquella casa de Torremolinos.